Ingredientes
25
ml
Agua
Sal al gusto
150
grs
Brotes de rúcula
Media papaya
50
ml
Aceite de oliva virgen extra
20
ml
Vinagre de vino blanco
200
grs
Langostinos cocidos
1
Aguacate
1
Cebolla morada
Semillas de sésamo negro para decorar
Elaboración
- Comencemos por preparar las habas congeladas, protagonistas de nuestro plato. Si optamos por usar la olla rápida, tan solo tendremos que verter en ella abundante agua y llevarla a ebullición. En cuanto rompa a hervir, echaremos sal al gusto y, acto seguido, las habas sin descongelar. Cerramos y cocemos entre 4 y 6 minutos. Pasado ese tiempo, utilizamos el modo de desvaporización para poder abrir la olla –si nuestra olla no tiene, tendremos que esperar a que pueda abrirse–, escurrimos las habas y reservamos mientras dejamos enfriar. Si hemos optado por olla tradicional, el tiempo será de 15-20 minutos.
- Mientras las habas se cuecen, pelamos los langostinos y reservamos.
- Pelamos, limpiamos y cortamos en cubitos la papaya para la vinagreta, y cortamos la cebolla en tiras. Limpiamos los brotes de rúcula. Reservamos.
- Preparamos ahora la vinagreta: añadimos en el vaso de nuestra batidora los cubos de papaya ya pelada y limpia, el aceite, el vinagre, el agua y la sal. Trituramos hasta conseguir una salsa espesa.
- Procedemos a montar el plato: colocamos las habas, la rúcula, la cebolla y los langostinos en los platos, y regamos con nuestra vinagreta de papaya.
- Para decorar, espolvoreamos sobre la salsa unas semillas de sésamo negro.
- Et voilà! Ya tenemos una opción diferente de ensalada fría de habas, un plato para sorprender a tus comensales.
Recomendación del chef
Las ensaladas son una muy buena propuesta: sencillas de preparar, son además rápidas, ligeras y muy versátiles, porque permiten combinar muchas opciones de ingredientes diferentes. Pero, más allá de los ingredientes, si sientes que a tus ensaladas les falta algo… es porque te falta apostar por aliños innovadores. En este caso, nuestra propuesta trae una vinagreta de papaya, pero no es la única opción de vinagreta con fruta fresca –de fresa, de mango, de lima, de piña…–. También puedes apostar por vinagretas hechas con frutos secos, con otras hortalizas, incluso con especias –vinagreta de mostaza de Dijon, de comino…– y otras más exóticas, como la vinagreta de wasabi. Combina diferentes ingredientes con diferentes vinagretas y cada día crearás un plato nuevo. ¡Porque la ensalada no es una propuesta monótona! Prueba a darle ese giro diferente, como hemos hecho también con esta ensalada de verduras con jamón, que te dejará con la boca abierta.
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