¿Qué es  la cadena de frío de los alimentos y cómo no interrumpirla?

La cadena de frío consiste en mantener la temperatura controlada que necesita un alimento para alcanzar la fecha de consumo preferente indicada en su envase en las mejores condiciones para su consumo. Esta debe mantenerse a lo largo de todas las etapas por las que pasa el producto ultracongelado desde su producción y almacenamiento, a su transporte y distribución, hasta que sea cocinado por el consumidor. Si la cadena de frío de los alimentos se interrumpe, puede ponerse en juego tanto la calidad del producto como la seguridad de las personas que lo consumiesen.

Nuestra legislación nos protege regulando las temperaturas de conservación, almacenamiento y transporte, hasta que el producto llega al mostrador de los supermercados y grandes superficies, el último eslabón antes de llegar a manos del consumidor.

Cada fabricante, debe preocuparse por indicar claramente en el envase que se trata de un alimento ultracongelado y las temperaturas para su conservación hasta el final de su vida útil.

El último responsable de mantener intacta la cadena de frío, es el consumidor.

Ahora que sabes qué es la cadena de frío, ¿quieres saber cómo hacer la compra de congelados de forma segura?

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición comparte, entre otras, las siguientes recomendaciones:

  • La compra debe comenzar por los productos que no necesitan frío como conservas o bebidas, seguido de los refrigerados como verduras o carnes, y acabar por los congelados. Al adquirir estos productos en último lugar, impediremos que se rompa la cadena de frío, y nos permitirá evitar aumentos de temperatura que faciliten el crecimiento de microorganismos en estos alimentos.
  • Además de recogerse al final de la compra, durante la temporada de calor o si el viaje es largo, deben colocarse en bolsas térmicas especiales, ya que reducen el aumento de la temperatura durante el transporte al congelador de casa.
  • Verifique que los paquetes estén siempre intactos y que no muestren signos de aberturas, cortes o rasgaduras, de lo contrario informe del hecho al personal del establecimiento, ya que protegerá así a otros consumidores.
  • La presencia de hielo o escarcha en el paquete, indica que el producto puede haber sufrido cambios de temperatura, lo que puede significar un almacenamiento prolongado o una rotura de la cadena del frío.

Además, recuerde que, tan pronto como llegue a casa, los productos ultracongelados deben colocarse en el congelador. Es recomendable que, si un producto está parcialmente descongelado, se consuma en las siguientes 24 horas, manteniéndolo en el refrigerador. En caso de duda, contacte con nuestro Servicio de Atención al Consumidor.

En resumen, la cadena de frío de los alimentos es fundamental para garantizar su seguridad alimentaria, por lo que todos los eslabones de la cadena desde el productor, hasta el consumidor, pasando por los transportistas y distribuidores, deben prestar especial atención en preservarla, no perjudicando así la calidad del producto.